martes, 30 de junio de 2009

TEXTO: "El sujeto opositor y la conciencia crítica"- por Diego Bazán


El sujeto opositor y la conciencia crítica

Se trata de no más que del sujeto cartesiano descartado por invalidez desconocida, ebrio de su ego. El sujeto opositor de nuestros días es el sujeto receptor, recolector que reacciona, y no acciona.

Se trata de un filosofo especializado en la pantomímica, que dice saber todo pero que desconoce su ignorancia; ignorancia que es salvada por su holgazanería, la cual él mismo dice que es pequeña, pero en realidad ocupa todo su ser.

Me repugna este sujeto que critica porque entiende que nada se cotiza mas en el cúmulo de las mercancías sociales que la critica. No importa lo que esa critica diga, sino solamente como luce. Este sujeto es superficial, no le interesa los contenidos. Se trata al fin de un globo lleno de aire; un globo cuyo material no es de goma sino de ego; debe tener un ego de acero ya que luego del acero hay solo aire y nada.

La estrategia opositora entiende que una mente crítica es respetada; que las palabras criticas sugieren inteligencia; entiende que la verdad esta dentro de sí. Es, nuevamente el sujeto cartesiano, recinto de la verdad. Entiende que el mundo esta bajo sus pies y que sus deseos son ordenes. El sujeto crítico es el sujeto burgués.

El sujeto crítico vacío siempre ve objetivamente, porque ve todo desde afuera, se siente fuera del problema y de la solución. Es pusilánimemente esconde su temor ante la fantasía de la objetividad; que es una parodia de lo estéril. El sujeto crítico vacío es en realidad un éter que sueña con la libertad y rechaza infantilmente toda norma moral; pues claro: él no necesita que le digan qué hacer.

El sujeto critico vacío se ve en las frases facilitistas, que sintetizan la holgazanería y la imprudencia pedante: “la mejor defensa es una taque”.

Filosofía: El sujeto crítico pueril es el inaugurado por Descartes, quien crea un mounstro, que lo termina devorando a él mismo y que conduce al primer atolladero moderno: la metafísica (Dios). Lo importante no era si se podía fundamentar la experiencia a través del cogito… nadie iba a dudar de la experiencia, de los objetos; inclusive la intuición de lo real es indubitable. Lo que se jugaba aquí era el fundamento divino, Descartes desentonó y puso de manifiesto las limitaciones de la conciencia crítica. ¿Qué es acaso el cogito sino una dilucidación de la conciencia critica, aquella que desconfía de todo y parte ensimismado en si mismo?

Kant es ya un verdadero moderno, un pensador excepcional. Por eso se lo quiere tanto. Él entendía que la crítica tiene un límite; que la razón sueña. Kant entendía, y lo demuestra claramente su obra acerca de la Aufkärung, la necesidad de terminar con las infantilidades y dar con la mayoría de edad; en la aceptación de normas y de la universalizaron de la conducta. Kant era la promesa burguesa; hoy día lo discutimos porque esa promesa burguesa esta pendiente. Kant es el máximo exponente de la filosofía moderna, recoge y sintetiza su espíritu; y por sobre todo la comprende. Su Critica de la razón Pura, es una critica inteligente, calculada, sincera, responsable y coherente. No son garabatos cartesianos que preocupantemente aparecen hoy día entre el común de los mortales.


BZN

2 comentarios:

  1. Algunas cosas son muy ciertas...Somos sujetos históricos, y en nuestro pensar se hallan contenidos un millar de elementos que pertenecen a la propia historia personal; sensillamente no es posible librarse de esa carga (pero si tal vez puede ser trasformada), incluso si pareciera que nos liberamos, es una ilusión, porque seguiríamos utilizando términos o conceptos que poseen su significado en la propia historia del sujeto. El que se libra de todo eso, sensillamente no puede pensar.

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  2. Creo que hay que saber ver qué es lo que Descartes realemnte criticaba cuando dudaba de las cosas del mundo. Descartes fue un tipo que quería hacer ciencia, más que filosofía. Descartes luchaba contra el escepticismo que le ponía palos en la rueda al avance científico, contra la Iglesia, que hacía lo mismo, con el sinsentido de la física de Aristóteles. No creo que el tipo haya querido criticar porque sí. Simplemente no supo ver las consecuencias.
    Por otro lado: sí, es cierto, hoy la crítica se compra más por el cómo se dice que por lo que dice. Sócrates también denunciaba a los sofistas. La lucha contra la pobreza espiritual debe continuar.

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